BOGOTÁ (apro).- La nueva maniobra del presidente venezolano Nicolás Maduro para tratar de hacer creíble su supuesto triunfo electoral a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que él controla, generó una cadena de reacciones en su contra por parte de la mayoría de países latinoamericanos, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
El jueves, la sala electoral del TSJ de Venezuela validó los resultados que dio el pasado 28 de julio el chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) en favor de Maduro, aunque ninguno de los dos organismos ha dado a conocer las actas de las mesas de votación que respalden la presunta victoria del mandatario.
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