CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El asesinato de migrantes en Chiapas motivó un rechazo enfático de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) que, entre otras consideraciones, llamó a limitar el uso de las fuerzas armadas en labores de orden público y en materia de control y política migratoria.
Lejos del tono diplomático que suele emplear en otros comunicados, esta vez la CEM rechazó enfáticamente “el uso desproporcionado de la fuerza letal” que considera, ocasionó la muerte de seis personas y 10 heridos a manos de efectivos militares.
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