CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no tuvo un día de campo en su comparecencia ante senadores de Comisiones Unidas de Derechos Humanos y Justicia, en busca de ser reelegida al frente del organismo autónomo.
Piedra Ibarra fue cuestionada por la forma en que llegó al cargo en 2019, en el que no se alcanzó la mayoría calificada en el Senado para asumir el puesto; por su defensa a ultranza de la militarización; por no ejercer su facultad de interponer recursos de inconstitucionalidad, por no poder despegar su mirada de tarjetas informativas, a diferencia de sus contendientes que respondieron a preguntas desde su conocimiento, así como en su intención de reelegirse, en contra de lo que ha estipulado la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
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