CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El fallecimiento del papa Francisco, a los 88 años, no sólo conmocionó a la Iglesia y a los creyentes católicos de todo el mundo, sino también al mundo del futbol, el cual lamentó su partida.
El pontífice argentino, primer latinoamericano en convertirse en el máximo representante de la Iglesia, nunca ocultó su amor por el balompié ni por su equipo predilecto, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
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