John M. Ackerman
MÉXICO, D.F., 31 de mayo (proceso).- El plan de votar las retrógradas reformas en las materias energética y de telecomunicaciones durante la celebración de la Copa Mundial de Futbol es un claro indicador de la enorme vulnerabilidad del régimen. Si Enrique Peña Nieto se sintiera seguro en su trono y con plena legitimidad social, no sería necesario esconderse detrás de un espectáculo deportivo para distraer a la población. Al contrario, un gobierno fuerte y con solidez democrática tomaría su tiempo para convencer a los ciudadanos de las supuestas bondades de sus iniciativas en lugar de agravar el malestar social con un apresuramiento político innecesario e inútil.
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