Anabel Hernández
MEXICO, DF, 2 de agosto (proceso).- El pasado enero, cuando el presidente Enrique Peña Nieto nombró a Alfredo Castillo comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, el objetivo era pacificar el estado y dar mejores condiciones de vida y seguridad a la población. Pero tras su llegada la violencia y el crimen crecieron a niveles nunca antes vistos.
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