TACLEANDO AL ÁRBITRO

Sabina Berman

MEXICO, DF, 23 de julio (proceso).- Aristóteles se admira de la sucesión de la noche al día y del invierno a la primavera. Su prosa casi canta, alabando ese orden y esa regularidad que revelan una ley natural. Eso en sus textos sobre astronomía. En cambio sus frases se ensombrecen y se enredan con advertencias, en sus textos sobre la sucesión del poder humano.


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