CONGRUENTES HASTA EL ÚLTIMO INSTANTE

Salvador Corro

MÉXICO, D.F., 10 de enero (proceso).- “Cuénteme algo, don Salvador”. Así comenzaban nuestros encuentros casi siempre. La petición era difícil. Me enfrentaba al deber de contarle algo que no supiera. Y eso era imposible. En don Julio se sintetizaba la esencia del reportero: obsesión, curiosidad, pasión, aventura: la ambición de saber. Insistía: “Pero cuénteme más”, era la manera educada de decirme que eso ya lo sabía.


Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí