Leonardo Boix
LONDRES, 6 de febrero (apro).- Los pasillos de la aristocrática Clarence House, la residencia oficial en el centro de Londres del príncipe Carlos y su esposa Camilla Parker Bowles, se han convertido en un verdadero hervidero desde el pasado 1 de febrero, cuando una biografía no autorizada del príncipe heredero a la Corona puso en cuestión el futuro de la Monarquía británica y dudó seriamente sobre la capacidad de Carlos de ocupar algún día el puesto de su madre, la reina Isabel II de Inglaterra.
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