ZEMPOALA, Hgo., 20 de junio (proceso).- Quizá pocos pongan en duda el valor histórico y arquitectónico del Acueducto del Padre Tembleque, construido entre 1554 y 1571, que en sus más de 48 kilómetros de longitud mantiene vivo el testimonio de la proeza que permitió llevar agua limpia a las poblaciones indígenas de los territorios que hoy conforman los estados de México e Hidalgo.
Fue construido por el fraile español Francisco de Tembleque con un mecanismo que combinó las técnicas y conocimientos hispanos (incluida la forma de los acueductos árabes y romanos) con los de Mesoamérica.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí