México, D.F., 23 de julio (apro).- El presidente Enrique Peña Nieto está solo. Después de la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán se estrechó aún más su círculo de confianza. Más allá de Aurelio Nuño, el jefe de oficina de la Presidencia, y de Francisco Guzmán, su coordinador de asesores, el presidente no tiene en quien confiar.
Fuera de Los Pinos tiene que cuidarse de sus colaboradores. Dos de ellos centrales para la estabilidad de su gobierno y del país: el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y el secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, quienes lo han colocado en situación de crisis antes que resolverle problemas.
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