México, 28 de agosto (apro).- No sólo ocurre en Estados Unidos y Canadá, en México el ramo energético también es vulnerable a los ataques informáticos y el espionaje económico e industrial.
El riesgo crece con la entrada masiva de empresas privadas atraídas por la reforma peñanietista, sin embargo, el país carece de una política nacional en ciberseguridad, lo que pone en peligro a Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y los operadores particulares.
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