Londres, 28 de agosto (apro).- El cuerpo decapitado de Khaled Al-Asaad cuelga desde hace días de una de las elaboradas columnas romanas en el centro del complejo arqueológico de Palmira, al noreste de Damasco.
El veterano arqueólogo de 82 años y renombrado experto en antigüedades históricas de Siria fue asesinado el pasado 18 de agosto por extremistas del Estado Islámico (EI), decapitado públicamente, colgado de una soga y su cuerpo mutilado por supuestamente haberse negado a revelar dónde se encontraban artefactos y objetos valiosos de Palmira.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí