MÉXICO, D.F., 29 de agosto (proceso).- A tres años de que Enrique Peña Nieto asumió la presidencia de México, el programa deportivo más importante de su sexenio todavía no tiene pies ni cabeza. Ninguno de los dos directores de la Conade, Jesús Mena y Alfredo Castillo, a quienes se les encomendó aplicar una estrategia para combatir el sedentarismo, así como los problemas de sobrepeso y obesidad, ha cumplido ese encargo presidencial.
En sus dos primeros informes de gobierno, Peña Nieto anunció como la panacea el programa Ponte al 100, en el que se evalúa la capacidad funcional de las personas, con base en la cual se le ofrecen recomendaciones alimenticias y ejercicios de activación física. Mena ni siquiera pudo concluir la fase piloto.
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