México D.F., 31 de agosto (apro).- Los adversarios de servidor siempre consideraron a mi ideario como irrealizable y perverso, y desde antes y después de mi muerte, me tuvieron por una Casandra con pantalones, como a un profeta al que no se le cumplirían sus predicciones… a las que siempre han combatido con todos los medios a su alcance, que no son pocos… por lo que me halaga que en estos primeros quinquenios del presente siglo, los hechos que en él ocurren, me estén reivindicando… al menos en parte.
Por ejemplo: la importancia de las condicione económicas habían sido tomadas en poco por los historiadores; a servidor se debe la denominada “interpretación económica de la historia”, igualmente conocida con los nombres de “determinismo económico”, “la concepción económica de la historia” o “el materialismo económico”, idea que fue rebatida y vituperada, entre otras razones, por ir, según mis antagonistas ideológicos contra la innata espiritualidad y dignidad de la humana criatura, y al ser por ello materialista e incluso atea.
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