México, D.F., 5 de septiembre (apro).- La adquisición para reparto gratuito de 10 millones de televisores como parte de la política de transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) se ha convertido en una auténtica caja de sorpresas por los presuntos actos de corrupción, los sobreprecios y la ineficacia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Hasta ahora, la mayoría de las licitaciones ha beneficiado a sólo siete empresas de tecnología, entre ellas Diamond Electronics, con sede en Tijuana.
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