MÉXICO, D.F., 19 de septiembre (proceso).- La madrugada del pasado 28 de agosto, y a punto de enfrentar un juicio eclesiástico por sus presuntos actos de pederastia, el exnuncio en República Dominicana Josef Wesolowski fue encontrado muerto en su habitación del Vaticano. Estaba sentado en un sofá frente a la televisión encendida. Su muerte fue por “causas naturales”, anunció la Santa Sede en un escueto boletín.
El fallecimiento despertó sospechas entre agrupaciones civiles que apoyan a víctimas de la pederastia sacerdotal, pues el caso Wesolowski ha sido repetidamente mencionado como una prueba de que el Papa Francisco encubre a clérigos abusadores y un recordatorio de que el pontífice ha desacatado las recomendaciones de la ONU que le piden poner fin al “encubrimiento institucional” de este delito.
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