MÉXICO, DF (apro).- “¡Ya llegaron los discos, éntrenle!”, anuncia un hombre refiriéndose a que ya hay tortillas calientes para echar el taco. Son las 15:30 horas y afuera de la llamada “Casa Blanca” del presidente Enrique Peña Nieto se preparan para comer unos 30 exbraceros y sus familiares que desde el pasado domingo se instalaron en plantón permanente frente a la puerta de la millonaria mansión.
“Venimos a la casa del presidente a ver si le da vergüenza vernos aquí y ya nos da nuestro dinero”, dice María de los Ángeles García. “No le pedimos limosna, es el dinero que nuestros braceros trabajaron hace muchos años”, agrega Natalia González.
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