CHIHUAHUA, Chih., (apro).- Desde el fin de semana pasado la violencia en la Sierra Tarahumara ha incrementado y obligado a la suspensión de clases en Chínipas, a toque de queda en Guachochi y a vivir con el terror encima en varias regiones.
El detonante fue el enfrentamiento ocurrido el sábado pasado entre células del Cártel de Sinaloa y La Línea, en Creel, municipio de Bocoyna. A partir de ese día, no paran.
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