El Sida y los famosos: Ríspido debate entre lo público y lo privado

MÉXICO, DF (apro).- El 30 de julio de 1985 el actor Rock Hudson confesó a la opinión pública que padecía VIH y pocos meses después escribió un manifiesto: “No estoy feliz por tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo”.  Poco después, el 2 de octubre de ese mismo año, el protagonista de Gigante moriría como consecuencia de afecciones derivadas del VIH.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el comienzo de la epidemia se han contabilizado 78 millones de contagios y 38 millones de muertes.  En la década de los ochenta y principios de los noventa, cuando prevalecía la confusión y la escasa información respecto a este virus, los contagios y muertes  de famosos como consecuencia de este padecimiento enfatizaron el debate y el interés público por esta condición.



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