Todos lo sabían, nadie hizo nada

MEXICO, DF (proceso).- La fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera era un escenario posible que advirtieron en distintas ocasiones los policías federales encargados de su vigilancia. A través de las escuchas de sus conversaciones supieron que con la ayuda de sus abogados, de otros internos del Altiplano y contactos con funcionarios de la Secretaría de Gobernación estaba tras los planos de ese penal.

También interesados en obtenerlos se mostraron los representantes de la empresa Systemtech, responsable de colocarle a Guzmán el brazalete que lo ubicaba en el área de Tratamientos Especiales, de donde nunca fue movido.



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