De intriga, pasión, odio y racismo

BERLÍN, (apro).- La cara y nombre de Beate Zschäpe saltaron a los titulares no sólo de los medios alemanes sino de todo el mundo hace justo cuatro años, luego de que sus dos cómplices se suicidaran y ella misma prendiera fuego al departamento que los tres compartían en la ciudad de Zwickau, en el este alemán, y posteriormente se entregara a la policía.

El halo de neonazismo envuelve desde entonces a esta mujer de 40 años. La justicia alemana la acusa de ser cómplice en el asesinato por motivos raciales de nueve ciudadanos alemanes de origen turco y griego y uno más de una policía. Además de haber ayudado en dos atentados terroristas y en al menos 15 robos a mano armada.



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