MÉXICO, DF (proceso).- Aunque el gobierno federal presumió de máxima transparencia y de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo asesoró en “integridad” y “mejores prácticas”, no evitó que los primeros contratos para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) se asignaran a constructoras relacionadas por vía familiar y de negocios con el priismo mexiquense.
Entre los ganadores de las primeras tres licitaciones destaca Transportaciones y Construcciones Tamaulipecos (Tracotamsa), propiedad de Rolando Cantú Barragán, un contratista que hasta hace poco sólo operaba en Tamaulipas y es primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, el dueño de Grupo Higa, quien construyó y financió las residencias de la primera dama, Angélica Rivera, y del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
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