El dilema del Papa:  le entra o no al caso Ayotzinapa  

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Desde que se anunció que el Papa Francisco visitaría México, la gran duda fue si decidiría pronunciarse respecto de las desapariciones forzadas en México y se reuniría con los familiares de las víctimas –particularmente los padres de los normalistas de Ayotzinapa– o si optaría por rechazar este encuentro para ajustarse al libreto que quiere el gobierno de Enrique Peña Nieto: que pronuncie discursos que hablen de pobreza, violencia, inseguridad y corrupción en términos muy generales y sin aterrizarlos en la realidad mexicana.

Según una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica dada a conocer días antes de la llegada del Pontífice, la mayoría de la población mexicana, 63.7%, consideraba que Francisco debía reunirse con los padres de Ayotzinapa, porque en este momento ellos representan el sufrimiento de las víctimas de la violencia en México.



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