CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Durante su homilía de hoy en la Basílica de Guadalupe, el Papa Francisco señaló que con la aparición de la virgen al indio Juan Diego, en diciembre de 1531, “dios despertó y despierta la esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y descartados, de todos aquellos que sienten que no tienen un lugar digno en estas tierras”.
Ante unas 6 mil personas que se congregaron en el principal santuario del país, y de 30 mil feligreses más que estuvieron en el atrio escuchando su homilía, el sumo pontífice dijo que en ese amanecer “Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder, o incluso, arrebatarles criminalmente a sus hijos“.
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