CHIHUAHUA, Chih. (apro).- Ante miles de personas provenientes de diferentes estados del país, de Estados Unidos y Canadá que se congregaron en El Punto, en Ciudad Juárez, el Papa Francisco habló de Nínive, una ciudad que se estaba autodestruyendo, fruto de la opresión y la degradación, de la violencia y la injusticia, en el siglo II.
Basado en la cita bíblica del libro de Jonás, centró la homilía en una denuncia contra el trato y situación de la migración forzada como fenómeno global y llamó a medirla por nombres, personas y familias, pero omitió hablar de feminicidios y desapariciones de manera específica.
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