MADRID (apro).— Iñaki Urdangarín, cuñado del rey Felipe VI, se sentó hoy en el banquillo de los acusados en la trama de corrupción del caso Nóos, desde donde defendió que no es un “comisionista”, “ni cobraba peaje” a autoridades públicas desde el Instituto Nóos, en relación al supuesto desvío de 6.2 millones de euros de fondos públicos.
“De ningún modo se trataba de un peaje, de una comisión; nunca he sido comisionista, no me he encargado nunca de esto en absoluto”, sentenció ante las preguntas del fiscal Pablo Horrach.
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