CIUDAD DE MEXICO (proceso).- A casi tres años de que la Ley General de Cultura Física y Deporte ordenara la creación del Comité Paralímpico Mexicano (Copame), éste es un organismo prácticamente muerto: no tiene recursos para operar, tampoco estatutos vigentes y su último presidente, Pablo Lárraga, dejó el cargo a finales de 2014 sin convocar a elecciones.
Desde entonces, en el papel, el Copame está acéfalo y los integrantes del Consejo Directivo ya no pueden seguir ostentándose como tales. Sin embargo, en los hechos, incluso ante el Comité Paralímpico Internacional (IPC), Lárraga sigue fungiendo como el titular y el resto de los integrantes también.
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