CIUDAD DE MÉXICO (apro-cimac).- Durante 10 meses Nestora Salgado García caminó al lado de la población indígena y lideró la Policía Comunitaria (PC) de Olinalá, un poblado enclavado en La Montaña guerrerense, donde, como muchas otras mujeres, ejerció su derecho a defender a otros y otras.
En menos de un año la activista trabajó por la seguridad de su pueblo y logró que bajara el número de secuestros, el robo de ganado y los asesinatos, además de que implantó un sistema de reeducación para quienes delinquieran, lo que le valió ser aprehendida y encarcelada arbitrariamente.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí