CIUDAD DE MEXICO (apro).- El forjador de las “grandes reformas” estructurales, el hombre que según medios extranjeros en su edición mexicana pasaría a la historia por “salvar a México”, el priista Enrique Peña Nieto, ha dado una de sus últimas estocadas a una de las empresa mundiales mejor calificadas, Pemex.
Primero el Congreso de la Unión, con mayoría priista, arrasó en votos para privatizar los recursos energéticos, y como segundo paso inició una carrera de endeudamiento sin control pero con un pequeño detalle: Mientras más se endeuda, más le recorta el gobierno federal en su presupuesto.
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