Ciudad de México (apro-cimac).- Hoy suman poco más de 500 días desde la desaparición forzada y la agresión a estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Se dice en días y no en meses, porque las madres de los normalistas así cuentan el tiempo que pasan sin recuperar la vida que tenían antes del 26 y 27 de septiembre de 2014.
En una tarde como hoy, Inés Gallardo Martínez, madre de Daniel Solís Gallardo, esperaría a su hijo, el mayor, para platicar con él después de un día de trabajo pesado. Ella dedicada al trabajo del hogar o como empleada en una paletería, su esposo como limpiador de albercas, y su hijo como mesero o ayudante de albañil en la zona turística de Zihuatanejo.


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