CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde hace 16 años Martín Martínez apoya a migrantes en su camino a Estados Unidos con lonches y un espacio para reposar, pero a partir de mayo de 2015, se ha puesto en riesgo su vida y la de una veintena de voluntarios que lo acompañan en la realización de la labor humanitaria cerca de las vías del tren de la antigua Estación Bernal, en Tequisquiapan, Querétaro.
Martín y su equipo, así como los migrantes que ayuda, han sido balaceados, golpeados y casi atropellados por elementos privados de seguridad que viajan sobre trenes de carga de Ferromex que transitan hacia la frontera norte.
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