MONTERREY, NL. (proceso).- El dirigente panista Luis H. Álvarez fue un traidor de la democracia, pues en 1989 pactó en secreto un arreglo con el entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, para que se consumara la reforma política que sigue beneficiando al PRI, acusa el expanista Javier Livas Cantú.
Su crítica resuena en medio de las alabanzas generales que en Acción Nacional se dedican al chihuahuense Álvarez, fallecido el miércoles 18, como un demócrata bajo cuyo liderazgo el blanquiazul obtuvo sus primeras gubernaturas: la de Baja California, en 1989, y la de Chihuahua, en 1992.
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