CIUDAD DE MEXICO (apro).- Tuvieron que morir por las balas de la Policía Federal ocho personas en Nochixtlán, Oaxaca, para que el gobierno abriera un diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) después de meses de solicitudes infructuosas de los maestros y de francas negativas de parte de las autoridades. Dicho esto de otro modo, la política gubernamental de condicionar todo diálogo a la renuncia de las peticiones principales del movimiento arrojó un saldo sangriento de muertos y heridos.
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