Ochoa exige la destitución de gobernadores corruptos del PRI

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La casa nacional del priismo no estaba tan llena como en otras ocasiones minutos antes de la unción de Enrique Ochoa. Solo se escuchaban murmullos y uno que otro aplauso y gritos débiles de “unidad” de los delegados a la sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional.

Sin embargo, minutos más tarde, al tomar posesión como presidente nacional del PRI ante 541 de 738 consejeros que integran el Consejo, Enrique Ochoa Reza recibió un aplauso tronador cuando defendió a Enrique Peña Nieto como “el principal activo del partido”.



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