PARÍS (proceso).- Bolsas y botellas de plástico vacías, pañuelos de papel sucios, colillas, madera calcinada, hojas de cartón y piedras en las que manos rabiosas escribieron insultos… Los desechos se amontonan en el lugar donde la policía ultimó a Mohamed Lahouaiej Bouhlel el pasado 14 de julio, después de que el terrorista mató a 84 personas e hirió a más de 300 en el malecón de Niza.
En un video que circula en las redes sociales se ve a paseantes escupir sobre el siniestro cenotafio o tirando en él más basura. Son escenas mudas. Nadie habla. Nadie grita. Unos escupen. Otros los observan.
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