LEGORRETA: UNA ARQUITECTURA TERCAMENTE MEXICANA

Armando Ponce

MÉXICO, D.F., 30 de diciembre (apro).- A fines de 2003, el arquitecto Ricardo Legorreta concedió una entrevista para el libro México: Su apuesta por la cultura (Proceso/Grijalbo/UNAM), donde expuso el bache en que cayó la arquitectura mexicana durante las tres últimas décadas del siglo XX, y habló de dos sueños para la actual: volver a la excelencia y recuperar la dignidad para la vivienda social en México, pues en este momento los arquitectos “estamos dedicados a la publicidad y la fama”.


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LEGORRETA: UNA ARQUITECTURA TERCAMENTE MEXICANA

MÉXICO, D.F., 16 de julio (proceso).- El lugar de trabajo de Ricardo Legorreta no podía estar diseñado sino en cuando a la geografía del lugar –Bosques de Las Lomas–, aprovechando una pendiente de la barranca, y metido hasta abajo del edificio de amplios pasillos en desniveles. Pero al visitante que llega de noche por primera vez y espera encontrarse con un despacho superluminoso como si fuera alguno de esos grandes espacios característicos de su arquitectura, lo desconcierta una luz que no estalla, sino que se concentra en una especie de medio tono monacal que privilegia a los restiradores. Esa atmósfera, siendo tan íntima, pero tan azul, casi nívea, brumosa, ¿acaso fría”, contrasta enormemente con el discurso de este hombre cuya palabra preferida es “pasión”, y que llega a calificar en su esfera personal como “desmedida”.
En ese estudio, en ese templo, en ese reducto el tiempo parece transcurrir sin tiempo. Diversos tópicos: su vaga inclinación vocacional; el análisis de los grandes maestros; la manera como levantó, a contracorriente, el Hotel Camino Real, con la idea de que el lujo contemporáneo no son los materiales sino los espacios; y los retos: volver arquitectura el orgullo de ser mexicanos.


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