CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Respetado lector: la presente es para reflexionar sobre un personaje que es la caricatura salvaje de un burgués estúpido, egoísta; un personaje vil y vulgar e increíblemente brutal. No, no se equivoque, no piense mal, en principio no estoy describiendo a Donald Trump; hablo de una figura teatral que lleva por nombre el de Padre Ubú, protagonista de desquiciantes obras que revolucionaron la manera de hacer teatro, creado por el francés Alfred Jarry, precursor del dadaísmo, el surrealismo y del llamado teatro del absurdo.
Dicho personaje, cuando apareció en la escena, el 10 de diciembre de 1896, se le tomó e interpretó como una personificación ridículamente exagerada del burgués por parte de no pocos estudiosos y analistas del mismo.
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