Marta Lamas

MEXICO, DF, 7 de enero (proceso).- Las palabras tienen la particularidad de que pueden emocionar o irritar, enfurecer o calmar, movilizar o paralizar. Depende del contexto. En especial la palabra “amor” puede ser decisiva o intrascendente, dependiendo de si está llena o vacía de significado. Tal vez por eso a muchas personas unir las dos palabras “república” y “amorosa” les suscita rechazo, burla, enojo o desprecio, mientras que a otras les despierta interés, esperanza o felicidad.


Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí