MÉXICO, D.F., (apro).- Una de las figuras más asombrosas del ajedrez de todos los tiempos es la del tercer campeón del mundo, José Raúl Capablanca y Graupera a quien se le denominó en algún momento “la máquina de jugar al ajedrez” y que incluso Mijaíl Botvinnik, el primer campeón mundial soviético, indicó que él pensaba que Capablanca tenía una especie de método o receta para jugar al ajedrez, porque su precisión era asombrosa.
Capablanca nació en una vieja casona que se llamaba “Castillo del Príncipe” la cual fue una antigua prisión en tiempos de la colonia española, de acuerdo a Uvencio Blanco. Era propiedad de José María Capablanca, la primera víctima ajedrecísticamente hablando, del genio cubano.
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