SUPLEMENTO PRISMA INTERNACIONAL / HISTORIA / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno mexicano permitió que integrantes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) espiaran a su antojo en el país durante los años 60.
Esa libertad no fue fortuita: presidentes de la República y secretarios de Gobernación, entre otros, fueron informantes de la CIA y establecieron con ella una relación orgánica.
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