CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Esta semana se cumplieron dos años de los asesinatos de los padres Javier Campos, de 79 años, y Joaquín Mora, quienes fueron ultimados en la iglesia de Cerocahui por José Portillo Gil, alias “El Chueco”, vinculado al Cártel de Sinaloa. Hoy, la Iglesia recordó y demandó a la presidenta electa Claudia Sheinbaum cumplir con los “Compromisos por la Paz” que fueron firmados por todos los candidatos presidenciales y mantener el diálogo con la cúpula eclesiástica.
Mediante su editorial Desde la fe, afirmaron que la muerte de los jesuitas “se sumaron a una larga lista de muertes y desapariciones violentas que vienen aconteciendo en las últimas décadas en el país”.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí