CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mujer de excepción, Marie José Paz fue musa, albacea, heredera universal y defensora sin tregua del legado intelectual de su esposo. Resistió con entereza el atraco contra la Fundación Octavio Paz y durante más de un lustro sostuvo el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz de manera independiente con los recursos de la sociedad de amigos que llevó el nombre del Premio Nobel de Literatura. Ante su ausencia, la responsabilidad de ese invaluable legado recae en la Secretaría de Cultura.
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