CHIHUAHUA, Chih. (apro).- Inspirados en el trabajo de Las Patronas, del sacerdote Alejandro Solalinde, jesuitas y vicentinos, un grupo de chihuahuenses creó la asociación ‘Uno de Siete Migrando’ y abrió la Casa del Migrante para atender a los indocumentados que pasan por esta capital, en especial a los repatriados que enfrentan riesgos cuando cruzan la Sierra Tarahumara hacia Sonora o Sinaloa.
Con la presencia de Las Patronas y el cura Pedro Pantoja –de la Casa del Migrante de Saltillo–, además de activistas de derechos humanos locales y otros invitados, hoy se realizó la apertura de la Casa del Migrante, donde se ofrecerán talleres y oficios, y se planteará la idea de que migrar sólo sea una opción y no una necesidad.
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