SALAMANCA, GTO. (apro).– En esta semana se cumplieron tres años de que fue revelado el mundo de hacinamiento, abusos y violaciones a los derechos de cientos de niñas, niños y jóvenes en el albergue “La Gran Familia” de Rosa María Verduzco, “Mamá Rosa”, en Zamora, Michoacán.
En este infausto aniversario (Proceso 1969), y a unos kilómetros de esa ciudad michoacana, en Salamanca se acaba de abrir una gran grieta en el endeble Sistema Nacional de Protección a Menores y Adolescentes (Sipinna), al confirmarse un cúmulo de violaciones a derechos humanos y delitos civiles y penales cometidos por los responsables del centro de asistencia social “Ciudad del Niño”, en cuyos albergues residen unos 300 niños, niñas y adolescentes, con la presumible complicidad y protección de autoridades al director de la organización, el sacerdote católico Pedro Gutiérrez Farías.
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