CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- AMLO, al parecer, es un político sin suerte. Mientras tuvo salud no alcanzó la Presidencia de la República. Lo intentó dos veces. Finalmente, cuando lo logró, y de manera aplastante, la salud lo abandonó. Eso es lo que se afirma a raíz de que el 21 de enero fue sometido a un cateterismo cardiaco. Bien decía Maquiavelo: en política es importante ser esforzado, emprendedor y valiente, pero más lo es ser amado por la Fortuna. Ella, por ser mujer, es voluble (De principatibus, cap. XXV, 25).
Algunos ven a AMLO ausente tanto mental como físicamente. Su discurso es incongruente; su mensaje corporal, errático. Algunos consideran que la ausencia es temporal; para otros, definitiva. Una u otra tienen inconvenientes. Tratándose de cualquier ser humano, es deseable una larga vida y cabal salud, tanto mental como física; para ésta, hay médicos y hospitales; para la mental, entre otras medidas, está el estado de interdicción.
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