CHILPANCINGO. Gro. (apro).- El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dio a conocer que acordó con el gobierno de Héctor Astudillo Flores guardar silencio, luego de que afirmó que las autoridades estatales pactaron con el narco y hacen negocio con la violencia en la entidad.
El prelado señaló que sostuvo una reunión privada con el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, donde fue obligado a asumir un pacto de silencio para que evite seguir hablando sobre los presuntos nexos de Astudillo con la delincuencia.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí