MÉXICO, DF, 3 de agosto (apro).- Justo un mes antes del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, el pasado 30 de junio, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se reunió en Poza Rica con representantes de medios de comunicación, a quienes recomendó “portarse bien” y no involucrarse periodísticamente con el crimen organizado sólo para “ganar la nota”.
En un monólogo de casi 10 minutos, el gobernador veracruzano recomendó en al menos cinco ocasiones a los periodistas “portarse bien” no sólo por ellos y sus familias, sino por la del gobernador mismo, porque si algo le sucedía a alguno de ellos, les dijo, “a quien van a crucificar es a mí”.
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