CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– En el trigésimo aniversario de Proceso, Julio Scherer publicó un emotivo recuento del origen e historia de este semanario, nacido luego del brutal golpe que desde la Presidencia asestó Luis Echeverría al periódico Excélsior. Y a pesar de ese recuerdo ingrato, el fundador de la revista dejó ver en dicho texto –que se reproduce en parte a continuación– la bonhomía que lo caracterizaba: lejos de insultar o difamar al expresidente, escribió que en todos los trabajos periodísticos de Proceso no le llegaba “el olor de la calumnia o su hermana menor, la difamación”.
Los aficionados al box sabemos que no hay golpe como el gancho al hígado. La violencia de su impacto trastorna el cerebro y descompone el cuerpo de la víctima. Sus piernas se aflojan y la guardia se viene abajo. Queda listo el espectáculo para la cuenta fatídica, los diez segundos.
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