Alan García Del pecado al autosacrificio

 

BOGOTÁ (proceso).- Cuando un grupo de fiscales y policías se presentó el miércoles 17 en la casa de Alan García para detenerlo por su presunta implicación en la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, el dos veces expresidente de Perú enfrentaba, más que un procedimiento judicial ignominioso, la posibilidad de un fin indigno para su azarosa carrera política.



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